El inmenso parque nacional de Triglav (84.000) cerca de la frontera con Italia y Austria, es el único en Eslovenia, y uno de los más antiguos creados en Europa (en 1924 se creo el parque de protección alpino).
La cima de la montaña Triglav más alta da nombre a todo el parque, con una cumbre de 2.864 metros, ostentando el título de punto más alto de Eslovenia. Abarca prácticamente todos los Alpes Julianos en territorio eslovenos, y reúne puntos de gran atractivo natural, histórico y faunístico.
En estas montañas se estableció uno de los frentes más sangrientos de la I Guerra Mundial, con las legendarias batallas de Soca, en una línea de trincheras que apenas se desplazaban mientras iban cayendo varios centenares de miles de soldados italianos y austro-húngaros. En una de las poblaciones de la falda del parque, Kobarid, encontramos el museo que nos recuerda la salvaje e inútil lucha, junto a un centro informativo que nos enseña a conocer las joyas del parque de Triglav.
El paso de montaña de Vrsic cruza la cordillera desde Kranska Gora hasta Bovec, con vistas increíbles, hoy posibles a los trabajos forzosos que hicieron los prisioneros rusos en 1917. La capilla de madera que encontramos ascendiendo recuerda y honra a los que murieron durante la realización de la carretera que conectaba Austria con la costa italiana.
El territorio es de una frondosidad exuberante, con bosques inmensos, cavidades de naturaleza cárstica y lagos glaciares, por no mencionar las numerosas cascadas, entre las que Savica y Kozjak.
En la parte sur del parque están las poblaciones de Bovec, Kobarid y Tolmin, cada una con sus encantos. La primera es el punto de partida para todos los deportes de aventura de la zona, la segunda como decíamos alberga uno de los museos más premiados por su labor de recuperación de la memoria histórica de la Gran Guerra, y Tolmin es un centro internacional de Kayak, además del lugar de fabricación de uno de los mejores quesos eslovenos; sin olvidar las vistas del río Soca con su profundo e intenso color esmeralda.
Cómo visitar Triglav
El parque ofrece muchas posibilidades para conocerlo, la primera propuesta puede ser una ruta circular en coche que toca los puntos más turísticos como los lagos de Bled y Bohinj, el paso de montaña de Vrsic que nos acerca a las alturas sin bajar del coche (pero haciendo sus 50 famosas curvas), y el valle de Soca, con el río esmeralda que baja raudo formando saltos y rápidos donde practicar rafting.
Para los que necesitan tocar tierra con sus botas nada mejor que los caminos de trekking que suben desde varios puntos a los refugios de montaña en torno al pico de Triglav. Hay más de 400 montañas que sobrepasan los 2.000 metros de altura, entre las que destacan Mangrt, Jalovec, Prisojnik y Špik.
Desde Tolmin podemos acometer la subida al pico Triglav (si bien mejor comenzar en Trenta), con senderos que nos llevan hasta la cumbre. También desde Tolmin podemos recorrer la ruta E7 del sendero europeo de senderismo, o el conocido como Sendero de la Paz, un itinerario histórico que pasa por puntos con fortificaciones conservadas desde la I Guerra Mundial y que parte desde Tolmin hasta el mar Adriático.
Actividades en el Parque Nacional de Triglav
