Además de múltiples joyas de la naturaleza, Eslovenia cuenta con varios espacios cuidadosamente protegidos gracias a la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de Unesco. En la ilustre lista figuran dos de carácter cultural y uno natural: los dos primeros son los Palafitos del entorno de los Alpes y las minas de mercurio de Idria; y el natural las Grutas de Škocjan.

GRUTAS DE ŠKOCJAN
Las grutas de Škocjan (Škocjanske jame en esloveno) fueron las primeras en 1986 en ser consideradas por Unesco un lugar único. El conjunto protegido abarca una red de cavidades que se prolongan a lo largo de más de seis kilómetros de longitud a unos doscientos metros de profundidad, formando cuevas, cascadas y una de las bóvedas subterráneas más grandes descubiertas, la sala Martel que tiene unas dimensiones de 146 metros de altura, 120 de ancho y 300 de largo. Su ubicación en la región del Kras, dio nombre a este tipo de formaciones creadas a partir de la erosión de los ríos subterráneas que forman dolinas.
PALAFITOS ESLOVENOS
En 2011 los construcciones de los Palafitos Alpinos de Eslovenia del pantano de Ljubljansko barje, viviendas sustentadas con pilares de madera sobre espacios inundados como lagos, lagunas o ríos, fueron declarados patrimonio junto a otros situados en Alemania, Austria, Francia o Italia. Del total de 111, en Eslovenia podemos conocer estas estructuras que ya desde el quinto milenio a.C. hasta el siglo V a.C. Su conservación es vital para entender el paso del hombre nómada al sedentario, con la creación de asentamientos fijos y una estructura económica agraria que permitió el desarrollo de la Edad de Bronce. El lago que ocupaba el área donde están los palafitos ya no existe, y gracias a ello se pudo hallar una pieza excepcional, la rueda con el eje más antigua del mundo que según estudios tiene 5200 años de antigüedad.

MINAS DE MERCURIO DE IDRIA
Las minas de Mercurio de Idria son junto a las de Almadén, un ejemplo de explotación mineral histórico, puesto que las primeras dataciones de mercurio en Idria son de 1490. La conservación de este ejemplo de arqueología industrial, con la colonia minera que extraía el mineral y habitaba Idria, logró el sello Unesco en 2012. En uso hasta época reciente, Idria fue uno de los centros más importantes de exportación mundial de Mercurio.
Además de los tres espacios declarados patrimonio Unesco, Eslovenia ha presentado la candidatura para incluir tres nuevos lugares muy destacados por su valor natural como los Montes Fuzina en Bohinj y las formaciones de Karts en los Alpes eslovenos, ambas en la región de Obalno-kraška -y propuestas en 1994- , y el Hospital Partisano de Franja (2000) como bien de interés cultural, situado en Goriška.
HAYEDOS PRIMARIOS
En 2007 los hayedos de los Cárpatos se incluyeron en la lista de Patrimonio Natural de la Unesco, siendo ampliado en 2011, 2017 y 2021 con otros bosques de Albania, Austria, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Alemania, Francia, Italia, Macedonia del Norte, Polonia, Rumania, Eslovaquia, República Checa, Bandera de España España, Suiza y Ucrania.
El conjunto protegido de Eslovenia se encuentra repartido en Ilirska Bistrica, Loška Dolina y Kočevje, con casi 100 mil hectáreas. La masa de árboles es fruto de una expansión geográfica desde el fin de la última Edad de Hielo durante miles de años.
La tolerancia a diferentes condiciones climáticas, geográficas y físicas de las hayas ha posibilitado que estén repartidos en espacios geográficos tan dispares como los mencionados anteriormente.
OBRAS DE JOZE PLECNIK EN LIUBLIANA
Liubliana, la capital de Eslovenia no sería igual sin la huella del arquitecto Jože Plečnik. En el periodo de entreguerras de los dos conflictos del pasado siglo, diseñó un trazado urbano transformando la ciudad para ponerla a la altura de otras capitales europeas.

La disolución del Imperio Austrohúngaro del que formaba parte Eslovenia implicó un profundo cambio en la mentalidad nacional, que necesitaba del mismo modo construir símbolos para que Liubliana se embelleciese. Su actuación no solo buscaba la admiración estética, si no que intentó plasmar funcionalidad para el movimiento, la higiene y el movimiento de los ciudadanos por la ciudad, adornando el centro con plazas, parques, calles, paseos, puentes, a los que se sumaban espacios públicos como bibliotecas, mercados o templos.
En 2021 Unesco reconoció el conjunto urbanista de Jože Plečnik como merecedor de ser incluido en la lista Patrimonio de la Humanidad.



