La ciudad de Idrija, a unos 60 km de la capital, Ljubljana, y entre Tolmin y Logatec se encuentra la ciudad minera más antigua de Eslovenia, además de ser la que más mercurio producía en en Mundo tras la mina de Almadén en España, de hecho ambas ciudades pertenecen al Patrimonio Mundial de la Unesco en la categoría de Patrimonio del Mercurio.
En Idrija todo gira en torno al preciado mineral y una de sus mayores atracciones, aunque son numerosas, es su importante mina, el Pozo de Antonio, actualmente se puede acceder a ella tras adquirir una entrada que nos permite introducirnos en el subsuelo durante todo el año, en alrededor de hora y media nos mostrarán el interesante mundo de la mina, en su interior se encuentra una pequeña capilla en honor a la Santa Trinidad. imaginamos que los mineros sentirían una mayor protección cuando rezaban a su virgen. Veremos a su vez herramientas, vagones, en definitiva una representación de como funcionaba la mina desde el año 1500.
En el exterior podremos observar la entrada a la mina, llamada Seistev, un bonito edificio del Siglo XVIII, utilizado para oficinas y burocracia de la mina, hoy en día es la entrada a la mina que se inauguró turisticamente hablando el 22 de Junio de 1994.
Continuando nuestro paseo por la ciudad encontramos un Edificio Teresiano que funcionó durante la actividad de la mina como Granero para alimentar a los mineros, concretamente con el grano se pagaba a los trabajadores, hoy en día en su interior encontramos un museo con obras de arte, biblioteca y material militar de exposición.
La Plaza Mestni, quizá la más importante guarda un secreto en sus cimientos, y es que tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, la Iglesia de Santa Barbara que se encontraba en el mismo lugar, fue gravemente destruida, así que en su reconstrucción únicamente quedó la Cripta, y fue abierta en 2007, sobre ella se diseñó la actual Plaza.
Y como sabemos que hay muchos viajeros que desean conocer los Cementerios de las ciudades, os proponemos una visita al Cementerio Partisan Vojscica, está un poco alejado del centro, a una media hora del núcleo urbano. La peculiaridad de este camposanto es la conservación de muchos monumentos de la época de la II Guerra Mundial, Idrija apoyó fuertemente a los aliados y pagó por ello, siendo arrasado durante la contienda, por ello quizá existen muchos soldados enterrados en este lugar.
Otro lugar emblemático es el Castillo Gewerkenegg, se puede visitar gratuitamente y merece la pena ver como este gran edificio ha sido transformado para adaptarse a su uso, siendo centro administrativo de la mina hasta el final de sus días. En el patio veremos los frescos que adornas las paredes de este gran patio que sirve de escenario para numerosos eventos, como las noches del Castillo, citas musicales en un lugar único.
Sin duda Idrija es un lugar muy intenso, en este lugar tienes la sensación que no puedes perder el tiempo, su gran historia ligada al proceso minero y su enclave natural hacen de esta ciudad un destino maravilloso para cultivar mente y cuerpo, pero seguimos viendo lugares de interés arquitectónico, como la Casa de Miner, como su nombre indica es la Casa del Minero, podemos visitarla con un guía y conocer la vivienda del propietario de la mina.
Y tras un largo paseo y descubrimiento de las calles de Idrija os recomendamos conocer el Geopark, situado a unos tres kilómetros del centro de la ciudad está la zona preferida de los excursionistas o ciclistas, incluso en invierno, de los esquiadores, es un lugar ideal para realizar barranquismo debido a sus imponentes cañones de roca kárstica, un lugar maravilloso para conectar con la naturaleza.
La Región de Idrija cuida mucho su entorno natural, por ello el Parque Zgornja Idrijca nos muestra un mágico paisaje, con cascadas, fuentes, túneles, restos arqueológicos…en esta zona existen rutas ideales para realizar Bicicleta de Montaña. Otra de las Rutas para ciclistas más conocidas es la Ruta de Contrabando en el Plateu Ledine, justo en la frontera de la Región de Primorska y Gorenjska.
Pero vamos a descansar, y vamos a disfrutar de la artesanía más importante de Idrija, el Encaje de Bolillos, dicen que esta afición hoy en día parte de su cultura fue importada de Alemania o de la República Checa, a través de los mineros y sus familias que venían a trabajar. Históricamente el encaje que se hacía con lino era utilizado para decorar las iglesias o las casas de alto poder adquisitivo, poco a poco se fue generalizando su uso gracias a la Escuela de encaje de Idrija fundada en 1876, hoy en día es todo un espectáculo ver las creaciones de esa época, y es además un precioso souvenir de su viaje a Eslovenia.
Y como no, hay que deleitarse con la gastronomía de las famosas Gostilnas, podremos degustar los platos más tradicional como las albóndigas de Idrija, la Bakalca, el Smukavc, ensaladas, o el manjar Idrijski Zlikrofi, preparado con masa y relleno de patata…todo ello acompañado por el rico y famoso vino de la Región.
