Si eres de los que viajas buscando poblaciones con encanto, te proponemos que en tu visita a Eslovenia, vengas a Stanjel. Uno de los pueblos más antiguos y con más historia de la zona del Karst esloveno.
Situado al este de Nova Gorica, y a norte de la ciudad italiana de Trieste y al abrigo del Valle de Vipava, hallamos Stanjel, sobre una colina nos reciben las casas de piedra, con calles estrechas y empedradas sobre el suelo kárstico. Éste lugar con actividad prehistórica fue posteriormente fortificado para la defensa de los turcos durante el Siglo XV. Aunque se conservan bastante edificios, y partes de la muralla, durante la Segunda Guerra Mundial sufrieron bastantes daños y algunas partes fueron destruidas por los bombardeos.
Desde la colina de Stanjel, junto a los restos de una fortaleza romana podemos obtener unas vistas impresionantes de los Alpes, el Bosque de Trnovo, el Valle de Vipava o los Nanos. Un entorno rural, natural en las que veremos animales pastando en sus campos, granjas y agricultores cultivando entre otras cosas la vid.
Los edificios de Stanjel nos muestran a través del gótico la importancia de éste lugar así cómo los restos del Castillo de Stanjel. El Castillo es uno de los puntos de interés de Stanjel, pero también podemos visitar la Iglesia de San Daniel, exponente del Gótico tardío en la población, la Torre de Kobdilj, La Casa Carsa, una casa típica de la región, dicen que es la mas antigua de la zona, además en su interior podremos ver una exposición etnológica el Jardín de Ferrari diseñado por el arquitecto Maks Fabiani, o el Camino de Fabiani.
Cómo os décimos aquí podemos conocer un poco más de la historia de Eslovenia, concretamente de episodios de guerra que tuvieron lugar en estos lares. Cerca de las vías del tren podemos ver un cementerio muy peculiar. Un monumento dedicado a los soldados austrohúngaros que perecieron durante las Batallas de Isonzo. Diseñado por Max Fabiani.
Si queremos profundizar un poco más en temas bélicos, estás en el lugar idóneo. Muy cerca de Stanjel, en Gorjansko encontramos una exposición de las guerras vividas en el Karst entre los años 1915 y 1917. Veremos la vida que llevaban los soldados, los restos que se han conservado, y también podremos obtener información sobre la famosa Ruta de senderismo el «Camino de la Paz».
Durante la visita a Stanjel y a sus alrededores deben degustar la gastronomía local. Una cocina tradicional ecológica, en la que los y las cocineras utilizan productos de la tierra cultivados en parte en sus pequeños huertos. En función de la estación del año en la que visitemos Stanjel, encontraremos diferentes platos e ingredientes, hierbas y frutas de cada estación encontraremos en nuestro menú. Platos cómo el Struklji, una especie de albóndigas, la carne de venado y cordero, la potica, pastel esloveno, sopas de diferentes texturas y sabores, nabo, patatas….
Todo esto deberemos acompañarlo con el vino del Karst, y si te animas debes realizar la Ruta del vino visitando algunas de las poblaciones vinícolas más importantes de la región. Vinos con más de 2000 años de tradición en la que la tierra del suelo kárstico ayuda a que los vinos sean espectaculares. El so y el viento bora ayudan a que las uvas sean de una calidad suprema. En muchas granjas siguen elaborando éstos vinos de forma artesanal, por ello durante la ruta del vino podrás participar en el proceso del mismo. Incluso en algunas te podrás alojar.
Las bodegas en ésta zona son sagradas, debemos acudir con respeto a degustar sus caldos. Son lugares mágicos, con mucha historia, aquí se llaman «hrami» y son auténticas obras arquitectónicas de lo más variopintas, desde cuevas, hasta galerías subterráneas.
Algunas de las variedades que se cultivan son el Chardonnay, Pinot Blanc, Sauvignon, Pinto Gris, Merlot, Cabernet, Sauvignon, REbula, Riesling italiano, Pinela, Zelen, Barbera, Muscato Bianco, Prosecco, Pikolit, Poljsakica, Klarnica, Briska, Glera, Caberntet….
