Al borde de la población de Podkoren se halla la Reserva Natural de Zelenci, uno de los lugares más bellos de Eslovenia. La Reserva se ubica en la zona más al norte del Parque Nacional de Triglav y es un paraíso para todo tipo de fauna y flora, entra las que habitan cientos de aves de diferentes especies. Algunas de éstas especies de animales y vegetales se encuentran en vías de extinción, por lo que es muy importante el trabajo de preservación que se realiza en la Reserva Natural.
Pero si hay algo que hace que los visitantes acudan a visitar la reserva son sus pantanos y lagos. El Lago Verde Esmeralda, cómo su propio nombre indica es una auténtica joya para nuestros sentidos, nace junto al pantano de Drni que tiene unos 1200 metros de largo y 150 de ancho, allí las aguas debido a las corrientes hacen que se cree el color turquesa tan maravilloso.
Desde la cercana Kranjska Gora se puede llegar hasta la entrada de los Lagos de Zelenci, allí veremos un aparcamiento dónde podremos dejar el vehículo, también hay un pequeño puesto de comida. Tan sólo tendremos que caminar entorno a unos 200 metros desde éste punto hasta llegar a ver el Lago y el pantano. El acceso es bueno y se puede hacer con niños, incluso con sillas de bebés.
Los viajeros que acuden hasta aquí pueden contemplar éste espectáculo natural desde las pasarelas de madera que bordean el Lago. Una vez allí podremos ver debido a la transparencia del agua cómo emerge de las profundidades el propio agua. Lo identificamos por las burbujas que se forman en la superficie.
Esto ocurre porque el lago se nutre del Rio Sava, pero su caudal están subterráneas en algunas zonas y vuelven a emerger aquí.
El Lago se mantiene en una temperatura constante durante todo el año, unos 5 Grados, por lo que en pleno invierno no se congela nunca.
Toda esta información la podremos ver en algunos paneles explicativos que encontraremos en las escaleras por las que accederemos.
La Reserva Natural de Zelenci es un lugar elegido por numerosos fotógrafos y pintores, porque los colores y la luz que aquí se proyectan hacen que se creen verdaderas obras de arte.
Sin duda, éste lugar se puede convertir en un punto de descanso si realizamos alguna ruta de senderismo que une Kranjska Gora, con otras poblaciones cómo Ratece, o Podkoren, perfectas para realizarlas con niños. Aunque debéis tener en cuenta una cosa, el baño está prohibido.